Parece que vuelve a estar de moda el
debate entre videojuegos y arte. Yo, al principio, consideraba los videojuegos un arte (y a fin de cuentas, un videojuego está lleno de elementos de indudable índole artística). Pero, la cosa no está tan clara.
Para empezar, ¿qué es el arte? Pues exactamente no lo sé, pero mucha gente parece capaz de identificar en cuanto lo ve si un cuadro, una escultura, etc. es arte o no. Claro que después no se ponen de acuerdo, sobre todo con el arte moderno, porque hay cada cosa por ahí que... en fin.
Me comentaban en un
foro que los videojuegos y el arte compartían un mismo fin:
tratar de comunicar un mensaje. Bueno, eso no es totalmente cierto. Una obra de arte no tiene por qué comunicar nada, puede ser sencillamente una manifestación del mundo interior del artista. Aunque es verdad que en muchas obras de arte, el artista intenta provocar en el público ciertos sentimientos, como, por ejemplo, lo que se siente al ver algo bonito. Otras veces el artista juega con nosotros, y lo que parece expresar la obra al principio no tiene nada que ver con lo que en realidad esconde.
Pero es que en los videojuegos el fin no suele ser comunicar nada. El fin último de un videojuego suele ser
dar de comer a los desarrolladores, distribuidores y toda la gente que ha trabajado para que ese videojuego esté ahora en tus manos. Y para el comprador, el fin último del videojuego es
entretener. Bajo estas premisas, resulta difícil entender el videojuego como un arte.
El argumento de que el cine es arte, y los videojuegos, que son muy parecidos, en consecuencia, también, es una falacia. Más o menos todo el mundo está de acuerdo en que algunas películas de arte tienen más bien bastante poco, pues su fin es, una vez más,
dar de comer a los que han trabajado en su producción y
entretener a aquellos que han pagado por ir a verla. Compartiendo, por tanto, el mismo propósito esta clase de películas y los videojuegos, la conclusión es evidente, los videojuegos NO son un arte... ¿o sí?
Siendo un tema tan resbaladizo, no se puede ser tan categórico. Porque sí que hay videojuegos que pretenden transmitir alguna clase de mensaje, aleccionar al jugador, plantear debate, etc. En resumen, provocar alguna clase de sentimiento en el que está jugando. En este
caso particular, por ejemplo, se trataría de repugnancia, supongo ;). Es arte.
Preguntas que me planteo. ¿Dónde hay más arte, en el
videojuego que he mencionado en el párrafo anterior, o en el
Shadow of the Colossus? Y, ¿por qué entretener no es un arte? ¿Qué tiene de malo que los diseñadores de videojuegos quieran vivir de lo que saben hacer bien: entretener? ¿Ya por eso no es arte?
Pues ante tal lío, sumido en mis pensamientos sin encontrar una respuesta clara, opté por ampliar mi definición de arte hasta casi el infinito. Así pues, hallo arte en prácticamente cualquier obra salida de la mano del hombre. Pues en ella, encuentro una parte de sí mismo. Y da igual que esta sea una escultura, un cuadro al óleo o un componente software. En algún lugar de cada obra, de manera más o menos visible, puede notarse la influencia de su creador. Y ahí, ya sea disfrazada entre acuarelas u escondida entre líneas de código, allí, digo, está el arte.
Por ende, los videojuegos son para mí, un arte.
EDITO: Draco también discute sobre el tema en un artículo mucho más inspirado que el mío, e incluye referencias. Gracias por el enlace :)