23 de abril

23 de abril, día de Sant Jordi.
Es día del libro en la ciudad.
Libros. Rosas. Bolsas del Fnac.

Ha pasado un año desde aquel día
en que paseaba solo por las calles
entre libros, rosas y bolsas del Fnac.

Bajan por las Ramblas
vendidos en Catalunya
miles de libros y rosas
en bolsas del Fnac.

Es día del libro en la ciudad.



Edge nº12

Un año ya cumple Edge en España. Aitor Urraca, director de la revista, hace un breve repaso en a todos los logros de la versión española de Edge en este tiempo; sería una tontería que yo me extendiese en ellos. Hablaré de las cosas que a mi juicio aún quedan por pulir, pero eso será al final de esta entrada.

Primero quería comentar algunas cosas del número 12 de la revista que, embutido en un ruidoso plástico, ha llegado a nuestros kioskos con la portada prácticamente idéntica a su homónima inglesa. Un diseño tan fresco como el del pasado mes se lo merecía, desde luego.

Los creativos de la industria de los videojuegos suelen estar subyugados a las empresas editoras. Por una parte es lógico: ellas son las que, en teoría, más arriesgan. Por otra parte, esto resulta contraproducente para un negocio que sufre una crisis de nuevas ideas. Por fortuna, parece que los tiempos están cambiando: Nintendo inventa nuevas formas de jugar, EA se abre a experimentar con nuevas franquicias, Microsoft abre su bazar de Xbox Live! a los indies que descubren el poder de XNA, y nacen editoras como Gamecock, pensadas por y para los desarrolladores. Reportaje de cuatro páginas para los excéntricos Mike Wilson y Harry Miller, fundadores de esta nueva editora; os recomiendo echar un vistazo a los títulos que están preparando. Puede que también la locura barroca y oscura construida bajo el cielo de Metrónome necesite a gente como estos dos soñadores para salir adelante.

La estrella de este número son los muñequitos de trapo de Little Big Planet. Lejos de la fanfarria de Final Fantasys y Metal Gears que alimentan la expectación de los fans de la Playstation 3, esta pequeña gran idea (junto con la Playstation Home) ha sido un gran golpe de efecto de Sony en la pasada Game Developers Conference. El fantástico uso de la física y el modo multijugador tanto en el diseñador de niveles como en las propias fases en sí mismas sirven de base a la jugabilidad más divertida que he visto en un juego de PS3 hasta ahora. Por fin parece que Sony reacciona.

Un poco más adelante tenemos una entrevista con Dave Perry (creador de Earthworm Jim), que sigue en activo a pesar de haber salido casi apaleado de su juego basado en la franquicia Matrix. Actualmente dirige tres empresas y cinco MMO, mientras prepara un concurso de diseño de videojuegos a nivel mundial. Lo de este concurso es una completa locura: consiste en una especie de operación triunfo de jóvenes diseñadores, donde todo el mundo puede participar para construir entre todos un MMO. Digo yo que si en nuestro proyecto para el Máster de Creación de Videojuegos fue difícil ponernos de acuerdo cuando éramos tan sólo cuatro las voces cantoras, un coro de varios miles de personas participando en la dirección de un juego debe de ser una pesadilla.

Otro proyecto interesante de Dave consiste en crear una especie de ebay de inversores. Game Investors consistirá en un servicio donde los desarrolladores venderán sus proyectos y los inversores apostarán su dinero por ellos. Es una cosa bastante rara y habrá que esperar a ver cómo se implementa. Cambiando de tema, me llamó la atención la idea que tiene Perry de la publicidad en los videojuegos: ¿vosotros veríais bien que Coca Cola os regalase una espada de repente en vuestro MMORPG favorito? Dave sí.

Bueno, se me alarga el artículo, así que voy terminando con un último comentario sobre este número. Hay que quitarse el sombrero ante el nivel que están cogiendo las cartas que llegan a la redacción de Edge. Pero lo más divertido son los comentarios extraídos de su foro online, siempre con ese humor tan ácido que despierta más de una sonrisa.

Pues ya llevamos un año con Edge en España. Pero a pesar de todo este tiempo, persisten aún algunos errores de traducción/redacción en bastantes artículos de la revista. No son como los del primer número, pero siguen siendo inaceptables. El tratamiento que se hace de la industria española está bien, pero se echa en falta alguna columna de opinión de ámbito más nacional. Cambiar las notas otorgadas a algunos juegos por la versión inglesa es un grave error, sólo justificable si el juego hubiera sido reanalizado por otra persona. Y por último, la sección de cartas de los lectores es demasiado corta. Por lo demás, que Edge siga así por otros 12 números más.