70 entradas

Dos años cumple hoy este blog, y es hora de mirarse un poco el ombligo. Curiosamente, el año pasado escribí 34 artículos, el mismo número que en 2006. De verdad, no ha sido para nada intencionado. De hecho, mi objetivo era aumentar el número de entradas, pero al final, me he quedado a las puertas.


En este segundo año tampoco se ha batido el récord de comentarios en un artículo, que ahora mismo ostenta el artículo de ¿Y por qué no juegos de mesa?. Esto, señoras y señores, es principalmente culpa de ustedes, así que les exhorto a poner remedio a esta indignante situación de manera fulgurante :D. Fuera bromas, me gustaría que la gente que lee el blog participase más, pero en fin, qué se le va a hacer.

En cuanto a los artículos que más me han gustado, me quedo con «Los manuales deberían desaparecer», aunque no debo olvidar Reflexiones sobre ser un DJ, que me deparó una sorpresilla totalmente inesperada. 23 de abril es, creo yo, el peor artículo del año pasado; es lo que ocurre con los blogs, al igual que sus autores a veces sufren "desviaciones" (llamémoslas así). Por fortuna, estas "desviaciones" no son frecuentes ni permanentes... ¿o sí?

Para terminar, hablaré de «Diseccionando...». «Diseccionando...» pretendía ser una serie de artículos en los que analizaba un videojuego un poco desde el punto de vista del diseño. Pero resulta difícil hablar de una "serie de artículos" cuando sólo hay un artículo en dicha serie. Tengo pensado solucionar esto a corto o medio plazo, pero estoy considerando algunas posibilidades fuera incluso de este blog. Permanezcan sintonizados.

Despidamos esta entrada con un sonoro

¡Feliz cumpleaños, Garthofismos!

EDITO: Ni en el cumpleaños del blog me libro de cometer errores. Corregido uno de los enlaces, gracias por el aviso.

¿Nintendo casual?

2007 ha sido el año de los juegos casual. De repente, la industria ha encontrado un filón y quien más y quien menos se ha apresurado a explotarlo. Por casual, se entiende a ese jugador ocasional, que juega de vez en cuando a juegos sencillos y sin más pretensiones que pasar el rato.

Los juegos casual llevan, en realidad, mucho tiempo con nosotros, pero el año pasado ha habido como una explosión, como si de repente la industria se despertase después de que todo un océano azul le pasase, cual tsunami, totalmente por encima. La cosa había empezado hace dos años, cuando los sismógrafos ya registraban los primeros temblores, aunque sólo unos pocos supieron interpretar sus lecturas. Cuando la enorme onda, con una inquietante forma de W mayúscula, se empezó a avistar en el horizonte, ya era demasiado tarde para recoger los bártulos y correr.


Por supuesto, hablo de Wii, que desde las pasadas navidades habita en el salón de mi casa, proporcionando esparcimiento a los que nos atrevemos a agitar el mando con gesto victorioso (aunque la victoria en realidad no es mía, sino de Nintendo; yo sigo siendo seguero :P).

Si Nintendo tiene colgado el sambenito de infantil, la Wii ha sido tildada de consola casual. No es ningún secreto que la estrategia de Nintendo ha consistido en ir directamente a por el mercado de los jugadores ocasionales, o de los nuevos jugadores que huían asustados de los mandos con más de tres botones. Los principales estudios de desarrollo se encuentran ahora en una difícil tesitura, después de ser arrollados por la gran ola viajan un poco a la deriva: por un lado, sorprendidos por el éxito de Wii, se han lanzado a producir juegos-juguete para alimentar ese mercado potencial; por otro lado, molestos porque los desarrollos para PS3 o Xbox360 difícilmente pueden ser portados a la consola de Nintendo (muy inferior en potencia y completamente diferente en su filosofía). Wii requiere equipos de desarrollo propios y especializados —por cierto, esto en un principio se aleja de la idea de desarrollo barato que vendía Nintendo cuando presentó su consola.

¿Se ha convertido Nintendo en una desarrolladora casual? Bueno, a primera vista, sí. Pero no debemos dejarnos engañar por las apariencias. Wii se vende en Europa y EEUU junto con el Wii Sports, que sirve de carta de presentación de la consola. Wii Sports está considerado como juego casual, pero hay más chicha en él de la que muchos se han parado a mirar.

Porque Wii Sports no es casual. En primer lugar, es un videojuego, no un juguete, aunque carezca prácticamente de un fondo narrativo o no esté a la última en gráficos. Por favor, no intentemos rebajarnos de categoría, o acabaremos pensando que los V-I-D-E-O-J-U-E-G-O-S (con todas sus letras) no pueden llegar a ser un mercado masivo. Y en segundo lugar, yo no lo considero un juego casual, si no accesible.

¿Qué entiendo yo por juego accesible? Pues un juego al que puede jugar todo el mundo. Prácticamente cualquiera puede coger un mando de la Wii y ponerse a dar bandazos con él simulando que golpeas una pelota de tenis. No importa si se ha jugado antes o no, bastan un par de minutos y uno ya se defiende. Y lo mejor, se lo pasa bien.

Pero Wii Sports es algo más que eso. A poco que rascas en su superficie, empiezas a descubrir un juego muy interesante. Me centraré en el tenis (uno de los cinco deportes incluidos en el juego), ya que es el que más me gusta y al que, por ende, más he jugado.

¿Sabíais que se puede dirigir la pelota? Sí, se puede. Un jugador novato será incapaz de hacerlo (salvo que haya nacido con algún don especial): intentará cerrar más el golpe con el objetivo de cruzar la bola y observará cómo ésta traza inevitablemente una trayectoria paralela. Algunas veces le dará tarde a la bola, y como consecuencia está se saldrá fuera. Otras, golpeará demasiado pronto, y entonces sí, un cruzado como la copa de un pino que caerá invariablemente detrás de la línea.

Cuando se juega por primera vez, no se tiene ningún dominio sobre la dirección de la bola. A veces sale hacia un lado, a veces hacia el otro. Por tanto, podría afirmarse que no importa cómo lo haga el jugador, la bola saldrá hacia un lado o hacia el otro de forma aleatoria. Aparentemente Wii Sports rompe de manera flagrante una de las principales normas de diseño de juegos: cada acción tiene un resultado perceptible y esperable.

Pero para un jugador primerizo sin más ambición que pasar un buen rato Wii Sports no consiste en dirigir la pelota hacia algún lado, consiste sencilla en golpearla y esperar que caiga en el otro campo. Y esto ocurrirá prácticamente siempre que el jugador golpee la pelota. A este nivel de juego nuestra norma sigue en pie: la acción es golpear la pelota (sin preocuparse de más detalles) y el resultado perceptible y esperable es que la pelota pase por encima de la red y bote en el otro campo.

Si el jugador sigue practicando, poco a poco se dará cuenta de que no influye tanto el gesto que realice con mando (como ocurre en el tenis de verdad) sino lo que tarda en realizarlo. Entramos aquí en un nuevo nivel de juego, ya no tenemos una única acción (golpear la pelota) sino tres: golpear la pelota antes de que nos sobrepase, cuando esté a nuestra altura o después de que nos sobrepase. Y para cada acción, su correspondiente reacción: enviar la pelota en la misma dirección que nos ha llegado, trazar una paralela o cambiar la dirección de la bola. De hecho, he simplificado el problema, porque desde que la pelota está lo suficientemente cerca para que la podamos golpear hasta que se vuelve inalcanzable existe un amplio rango de posiciones que determinarán diferentes ángulos de salida de la bola, más cerrados o más abiertos.

Dominar la técnica para mandar la pelota adonde uno quiere forma parte de la gracia de este juego y marca la diferencia entre la gente que se lo ha tomado en serio de la que no. Pero la profundidad de Wii Sports no se detiene aquí. El juego avanzado de tenis exige aprender a sacar rápido, dar efectos a la bola y controlar el juego en la red. Sí, Wii Sports es lo suficientemente rico para que hasta los más avezados jugadores puedan exprimirle jugo (si la pintoresca estética de los Miis no les echa para atrás). Digámoslo así, con Wii Sports también puedes ser hardcore.

Realmente, he quedado sorprendido por la profundidad de este juego. Y sólo he hablado de la parte de tenis, uno de los cinco deportes incluidos (el golf promete mucho, también). Por todo ello, me resulta difícil encuadrar Wii Sports dentro del género casual, si entendemos como tal a juegos sencillos y sin demasiadas pretensiones.

No se puede decir que Nintendo se dedique ahora exclusivamente a hacer juegos casual, cuando hace poco que Super Mario Galaxy forma parte del catálogo de Wii y Zelda Twilight Princess fue uno de los títulos estrella a la salida de la consola. Si tomamos Wii Sports como una declaración de las intenciones de Nintendo con Wii, entonces el camino tomado me parece bastante acertado: juegos accesibles y a la vez profundos en su jugabilidad.

EDITO: Agrego un enlace que explica en qué consiste la estrategia de océano azul, para quien no coja todo el sentido del segundo párrafo.