Mi reencuentro con el cómic

No es que lo tuviese abandonado completamente, de hecho, solía ir a las ferias que se celebraban en Coruña siempre que podía; es más bien que quizás no le estaba haciendo todo el caso que se merecía.

Una de mis principales razones para denostar un poco al cómic era que es muy caro para después acabar leyéndolo en pocos minutos. Lo que olvidaba es que no importa tanto el tiempo que lleve leer un cómic como lo profundo que pueda llegar a ser.

Ese buen sabor de boca que te queda cuando has leído una buena novela, esa sensación de haber aprendido durante el camino y de ser ahora mejor persona, todo eso, también es posible leyendo un cómic. Y tengo que agradecer aquí al podcast del Amuleto de Yendor, sin los cuyos autores dudo que jamás me hubiese animado a leer Watchmen.

Watchmen está considerada como la obra cumbre del cómic. Aunque prefiero dejar esta apreciación al arbitrio de los expertos, lo que sí es casi indiscutible es que, estés o no de acuerdo con las ideas que transmite el libro, Watchmen es sencillamente grande.

Recomiendo escuchar el capítulo del podcast de Yendor en el que comentan el libro, pues si han sabido transmitirme tan bien las bondades de la obra de Alan Moore, de tal manera que al terminar el capítulo ya estaba planificando dónde podía hacerme con un ejemplar de Watchmen, es probable que a vosotros también os guste y os anime a leerla (quién sabe).

Mi renovado interés por el cómic me ha conducido finalmente a investigar un poco los secretos de esta forma de arte. Y hete aquí que buscando libros sobre el tema, me recomendaron la lectura de Entender el cómic: el arte invisible —«te abre los ojos», me dijeron—. Y bueno, ciertamente, el libro es todo un viaje de descubrimiento.

Quedará para la posteridad el mérito de Scott McCloud de crear un completo ensayo sobre el cómic utilizando para ello el propio medio, el cómic. Todo un acto de dignificación del n-ésimo arte. Y aunque Scott parece perdido en algunos capítulos a la hora de dar sentido a algunos aspectos de la historieta (como el uso del tiempo como herramienta narrativa), otros son verdaderamente reveladores.

Pues quedan ahí dos libros recomendados para todos aquellos que quieran darle una nueva oportunidad al tebeo. Ahora que las Navidades están casi encima, podéis aprovechar y pedirlos a los Reyes :P