Ni tiempo para perder el tiempo

A veces tengo la impresión de que el tiempo se me escurre de entre los dedos. Últimamente, esa sensación se ha repetido más de un día. Entre compromisos aquí y allá, he acabado ocupando mi tiempo libre de tal manera que llamarlo «libre» sería sólo por así decirlo.

Curiosamente, reflexionaba sobre esto cuando me topé con un artículo que hablaba precisamente de cómo aprovechamos hoy en día nuestro tiempo de ocio. De nuevo, decir que me topé con él es otra forma de hablar, en realidad formaba parte de uno de los ejercicios del examen FCE, otro de esos tantos compromisos.

Aún así el texto estaba bastante bien. No recuerdo su autor, pero dado que se trataba de un ejercicio de examen bien podría ser ficticio. El artículo comenzaba hablando del poco tiempo libre que dispone la gente en el mundo occidental, abrumada por sus numerosos compromisos.

A continuación, el autor se remontaba a diez o veinte años atrás, cuando se preveía que la automatización nos conduciría en la época que ahora vivimos a la era del ocio, donde pasaríamos la mayor parte del tiempo sin trabajar (las máquinas se encargarían de las tareas más duras). Como bien apuntaba el autor aquí, lo que nadie pudo prever es que el propio mercado se encargaría de buscar la forma de rellenar ese tiempo, manteniendo así la coyuntura consumista que nos rodea.

En la sociedad actual se considera el no hacer nada como una pérdida de tiempo. Por eso, buscamos constantemente formas de rellenar nuestro tiempo de ocio. Aprovechamos casi cualquier momento en que no tenemos nada que hacer para hacer algo, lo que sea: escuchar un podcast mientras se da un paseo, ver una serie en el mp4 mientras se espera en una consulta, escribir para el blog mientras se viaja en tren, etc.

Huimos del hastío y el aburrimiento como si fueran la peste. Cargamos nuestra agenda con actividades que apenas llegamos a cumplir. Intentamos ser productivos en todo momento. No hay tiempo para pensar, es hora de actuar. Tenemos tantas cosas por hacer que, al final, terminamos por no hacer nada. Miramos el reloj con temor, nunca nos llega el tiempo a nada.

Metidos en esta locura, arañamos minutos de descanso de donde podemos e inevitablemente acabamos cayendo en la procrastinación. Cuando queremos darnos cuenta, hemos perdido tanto tiempo haciendo lo que no teníamos que hacer que apenas podemos terminar lo que sí teníamos que haber hecho. Lo peor es que nos sentimos culpables por ser incapaces de dar la talla.

Arrastramos nuestros cansados cuerpos tras un largo día de trabajo a nuestros hogares, buscando el alivio del sofá o de la cama. Pero cuando llegamos a casa, nuestras tareas no han terminado: debería aprovechar y leer el correo, tengo que preparar la cena, aún me queda dos capítulos de la última temporada de Lost por ver, a ver qué dicen en el foro, tengo que planchar la ropa, ... Al final, robamos horas a nuestro sueño para intentar cumplir con todos nuestros quehaceres, y ni así.

El autor del artículo terminaba hablando de cómo este way of life moderno puede acabar perjudicando las relaciones interpersonales. La amistad es una relación que hay que cuidar, y si no tenemos tiempo para nosotros mismos, tampoco lo tendremos para nuestros amigos. Debemos ser conscientes de esto y aprender a disfrutar mejor de nuestro tiempo de ocio, porque no tenemos otro.

EDITO: Corregido error ortográfico. ¡Gracias, Phyambre!

5 comentarios:

Santi Monse dijo...

Me gustó mucho tu artículo.

Te cuento que llegué acá buscando en Google sobre una cita de Galeano, en la que decía que, en los cafés de su tiempo, él aprendió a valorar el tiempo, y la posibilidad de perder el tiempo, "tener tiempo para perder el tiempo".

¡Saludos!

Julián dijo...

Me alegro de que te haya gustado :)

Te lo creas o no, no conocía esa cita.

Un saludo.

Santi Monse dijo...

No creo que sea muy conocida. Yo recordaba haberla leído en una entrevista ["Toda riqueza se nutre de alguna pobreza", si te interesa], aunque después también la vi en un texto de Galeano [Pobrezas].

Por cierto, ¿sos ingeniero o estudiás Ingeniería?

¡Saludos!

Julián dijo...

Gracias por los enlaces, muy interesantes :)

Soy ingeniero informático.

Un saludo.

Santi Monse dijo...

Ah, yo estoy estudiando Ingeniería Química (terminé el primer año), y en unos dos o tres años me gustaría aspirar a una beca para ir a estudiar a España por unos meses.

¡Saludos!