Anécdotas en Barcelona

Bueno, como casi todos sabeis estoy en Barcelona haciendo el Máster en Creación de Videojuegos de la UPF. Barcelona es una ciudad muy grande y merece la pena ir a visitarla al menos una vez.

Salvo los fines de semana, generalmente voy a comer al comedor universitario de la UPF situado prácticamente en la villa olímpica. La comida allí es como la de cualquier otro comedor universitario, vamos, normalita; pero comparando precios, sale bastante bien: unos 6 € con primer y segundo plato. Que conste que en Coruña era mucho más barato, unos 4 € con algo y exactamente de la misma calidad, pero en Barcelona las cosas tienden a estar algo más caras.

La cuestión es que el otro día estábame yo solo en el servicio lavando las manos, cuando de repente interrumpen en la puerta dos chicas, y una de ella me pregunta entre risas: "¿Se puede?" Claro, en ese momento me quedé bastante cortado, y como soy algo lento de reflejos (los que han hecho el psicotécnico conmigo pueden dar fe de ello) y ante situaciones inesperadas como aquella no suelo reaccionar bien, lo único que se me ocurrió decir es: "Eh... Esto es el baño de hombres..." Vamos, como si no lo supieran ya. La cuestión es que las chicas pasaron de todo y entraron igual, y yo abandoné rápidamente el servicio con la sensación de haber hecho un poco el tonto.

¿Por qué esas dos chicas no fueron al baño de mujeres? Bueno, pues para completar el misterio al salir del baño encontré a varios hombres ataviados con mono de obrero sonriendo. Dadas las circunstancias, me atrevo a aventurar como hipótesis que el baño de mujeres estaba cerrado por obras, aunque realmente no lo sé.

Y a cuento de esto me pregunto lo que ya se ha comentado otras veces: "¿Por qué las mujeres van de dos en dos al baño?" ¡Ay, misterio! De todas maneras, creo que nunca he oído decir a un hombre: "Voy al baño, ¿me acompañas?" ¿Será por "el qué dirán"?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre la cuestión de mear, se te ha olvidado comentar la otra gran diferencia entre hombres y mujeres en este terreno. Ésta se refiere a nuestra capacidad superior de poder mear de pie, al contrario que ellas que deben hacerlo sentadas.

No hay día que pase en que no valore la suerte que tengo de poder mear de pie. Cada vez que voy al baño y hecho una meada pienso lo mismo: "seguro que ahora mismo hay un montón de gente meando, y las tías tienen que sentarse... ayyyyyy, no saben lo que se pierden"

Somos el único animal del mundo que mea de pie. La verdad es que podríamos sentarnos para mear, pero no lo hacemos. Somos hombres. Nos gusta mear de pie. Y no pienso hacerlo sentado. Dicho queda.

Firmado: el enemigo de los 3-5-2 a la contra.

PD: el cerco se estrecha sobre Sion de Wallenrod; las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están a punto de capturarlo para interrogarle sobre esa nefasta táctica. Las autoridades judiaciales han dado permiso para que se retire sobre el perseguido los derechos de la Convención de Ginebra, con el fin de que los "interrogatorios" sean más eficaces y ayudan a desmenuzar el terrible plan de Luis para destruir Hattrick.

Julián dijo...

No creo que "mear de pie" sea una cualidad de la que los hombres debamos sentirnos especialmente orgullosos, pero... Bueno, mejor no entremos en estos asuntos que rayan lo escatológico. Corramos un tupido velo ;)

PD: Si no fuera por el final, tu post-data casi podría dar el pego :P No sé si a Sión le hará tanta gracia.

Un saludo.

Anónimo dijo...

¿Por qué las chicas van de dos en dos al baño? Es esta una pregunta con una respuesta sencilla, o más bien con una multitud de respuestas sencillas.

Las chicas van juntas al baño por varias razones. En primer lugar porque han sufrido un proceso de socialización a lo largo de su infancia y/o adolescencia en el que han aprendido por imitación (en este caso no puedo romper una lanza a su favor diciendo que es por represión social) a hacer las cosas tal y como las hacen.

Evidentemente, toda conducta, aunque se haga de manera automática o por imitación, tiende a ser justificada por aquellos que la realizan. Es decir, el ser humano busca justificaciones a sus actos, las cuales pueden adaptarse más o menos a la realidad.

En este caso, podríamos hacer un listado con las múltiples justificaciones posibles para la conducta femenina consistente en ir acompañadas al baño: hablar de determinados temas sabiendo que no hay personas del sexo opuesto escuchando; preparar estrategias para ligar con un chico al que han visto; cambiar opiniones sobre su aspecto; comentar las penurias por las que deben pasar para hacer sus necesidades en la mayoría de los infectos aseos con los que se encuentran (realmente es una ventaja mear de pie); etc.

Pero en todo caso, la mayor parte de las veces, es simplemente un dictamen consuetudinario.

Firmado: El psociólogo de turno...

Julián dijo...

Bueno, en el caso de aseos infectos sí que es una ventaja mear de pie. (¡Menudo temita!)

O sea, que las chicas van de dos en dos al baño por imitación. Mmmmm, y ¿cómo empezaría todo esto?

PD: Tampoco es un tema que me quite el sueño, eh ;)

Anónimo dijo...

WeNaH!Po Na JeJe K mE a ExO rEiH bAsTaNtE jEjE;)

Eli_1994_5@hotmail.com Is Mi DiReKtIoN d KoRrEo ElEkTrOnIkOh XD wNo BeSeLeS,AkI tEnEiS uNa WeNa AmIgA!

-=*Êlÿ!*=-

Julián dijo...

Pues nada, me alegro de que te hayas divertido.

Un saludo.